El amor, está predestinado a ganar.

Si dos personas se aman, nada ni nadie puede impedirlo.

lunes, 11 de octubre de 2010

La historia de un sueño.


Soplaba el aire trayendo con sigo un dulce aroma, aspirando unos segundos este pude distinguir su olor, lavanda y lilas, sintió un escalofrío recorrer su nuca y susurro: "Dulce hogar." Mirando al horizonte le vio, era él, ¿realmente era él?.
-Señorita Montes...
La miraba susurrando algo, pero, ¿que susurraba?
-Señorita Montes!!!
Un fuerte golpe la hizo abrir los ojos, miraba hacia su alrededor sin darse cuenta de que se había quedado dormida sobre el pupitre, el profesor la estaba mirando con una mezcla de enfado y burla.
-¿Ha sido muy instructiva la clase verdad?
Sus mejillas se ruborizaron hasta llegar a un color rojizo y asintió levemente con la cabeza mientras el profesor tenía posada la mirada en ella, esa mirada que mostraba que no iba a salirse de rositas esta vez, cojo aire esperando a que viniera la tormenta cuando sonó ese dulce sonido, el timbre, ¡Las clases se habían acabado!.
Se dispuso a recoger los libros de su mesa pero el profesor seguía hay, cuando levantó la miraba para verle se dio cuenta que estaba en problemas, Oh,oh.
-Señorita esperé a que salgan todos, necesito hablar con usted.
Recogió los libros en la mochila y la cojió mirando al suelo oyendo algunos cuchichelleos que probablemente sea para reírse de ella, caminó hacia la mesa del profesor respiro varias veces para tranquilizarse y se recordó a si misma lo que tenía que decir; Solo sonríe hazte la inocente y di algunas mentirijillas y lo mas importante alavando sus méritos.
-Perdone lo que ha pasado antes, de verdad que lo siento, he tenido problemas de insomnio y aunque su clase haya sido tan interesante el sueño me invadio, perdoneme no volverá a ocurrir.
Tocaba nerviosamente su pelo, gesto que hacia sin darse cuenta cuando mentía, esperaba que el profesor no se diera cuenta y le miro con la mayor cara de arrepentimiento que podía poner en ese momento.
-Bueno, al parecer ha sido por un trastorno de sueño, ¿verdad?
Asintió decididamente con la cabeza.
-Espero que no se vuelva a arrepentir señorita Montes, sino tendré que informar a sus padres y no creo que quiera eso.
Le dedicó una de esas sonrisas suyas que tan pocas veces expresaba.
-Muchísimas gracias profesor no volverá a tener quejas sobre mi, además me gusta mucho su materia y estaré muy atenta en clase.
-Muy bien, puede irse.
Cojió su mochila y rápidamente salió de clase oprimiéndose mentalmente así misma; No puedo dejar que esto me pase otra vez... ¿Qué me esta pasando?. Caminó por los pasillos ya casi vacios, los estudiantes no derochaban ni un segundo para salir al parecer.Miró su reloj y suspiró, ya era tarde había perdido el autobús, le tocaba ir andando. Mejor así no tendré que aguantar a nadie. Buscó su mp4 se puso los cascos con la música a todo volumen y se dirigió a su casa.

*****
-¿Qué tal el día mi niña?
Cerró la puerta de la calle de un portazo y murmuró entre dientes; Perfecto.
-Hija te estoy hablando, claro ya estas escuchando esa estúpida música otra vez, un día te quedarás sorda.
Resopló fuertemente y posó la mochila y los cascos en su habitación.
-Mama si te estoy oyendo, no estoy sorda y estoy evitando responderte.
Su madre apareció en su habitación con un delantal puesto y mirándola de arriba a abajo negando con la cabeza. Bien, pensó, ahora se meterá con las pintas que llevo.
-Eres una desconsiderada, tienes la comida en la cocina, si quieres comes.
Se dio la vuelta alejándose de la habitación parándose un momento.
-Ah, y tienes espejos suficientes en la casa como para mirar la ropa que llevas puesta al colegio, con la ropa tan bonita que tienes.
Su madre se fue cerrando la puerta de su habitación tras ella. Hogar, dulce hogar. Se desvistió cogiendo una camiseta demasiado grande y muy amarilla, ¿las camisetas podían ser demasiado amarillas?. Al parecer sí.
Salió de su habitación hacia la cocina para coger la comida cuando oyó la pelea de sus padres. Otra vez igual...
-¡Nunca haces nada! Estoy muy cansada de ser siempre yo quien haga las tareas domésticas, mientrás tu te arrascas la barriga y solo pides MÁS CAFÉ! ¿Quieres café? Levántate y hazlo.
-Yo traigo el dinero a esta casa, ¿quieres que después de venir de hacer mi duro trabajo gracias al cuál tienes todos los caprichos que quieres me ponga ha hacer café?
Cogió su plato y sin mirar si quiera a sus padres volvió a su habitación cerrando la puerta de un portazo. ¿Alguna vez se darán cuenta de que existo?

*****
Le he vuelto a ver, me quería decir algo... Arranca la pagina tirándola al suelo, no era así! Vuelve a deslizar el lápiz por el papel haciendo formas de su cuerpo y el paisaje en el que se encontraba esta vez, pero no es a quien a dibujarle la cara, como siempre... Ojala pudiera ver tu cara, ojala...
Desde los 7 años, todos sus sueños y alucinaciones han sido dedicados a él, no sabe si esta loca, pero sabe que él es el amor de su vida, lo sabe sin ni si quiera recordar su cara, todas las noches desea soñar para verle para estar junto a él, se pregunta si él también soñará con ella, pero tristemente, el sueño se acaba y ella se despierta, olvidando su cara.
Coge una carpeta escondida debajo del colchón de su cama y la abre sacando de ella un montón de dibujos, los observa y acaricia, miles de lugares y paisajes, todos ellos tienen algo en común, él, un completo desconocido al que nunca se le ve la cara, todos sus dibujos estas inacabados, les falta algo y ella lo sabe bien, les falta su rostro, esa cara con la que ha soñado tantas veces pero cuando se despierta no puede recordar.




Continuará...

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